Se viene el CARNAVAL y a mí en particular me gusta muchísimo, es una fiesta que me trae hermosos recuerdos de cuando era chica y me disfrazaba y veía a las comparsas. Con el pasar de los años pude ver carnavales en diferentes lugares y ver cómo cada festividad lleva el sello de su origen cultural.
Si bien la fecha corresponde al período anterior a la cuaresma cristiana y es variable de acuerdo a ese calendario, con el pasar de los siglos el sincretismo y las resignificaciones populares lo transformaron en una fiesta pagana y llena de otros símbolos.
Los disfraces, los grupos que cantan o aprovechan a protestar (como las murgas uruguayas cuyas letras están cargadas de críticas coyunturales), las coplas como en el norte de nuestro país y en Bolivia, los desfiles y las fiestas en las calles forman parte de toda la constelación que el carnaval permite armar.
La característica común tiene que ver con que es un momento en el cual se puede ser quien no se es normalmente. Como dice la canción de Vinicius de Moraes: “A felicidade do pobre parece / A grande ilusão do carnaval / A gente trabalha o ano inteiro /
Por um momento de sonho/ Pra fazer a fantasia / De rei ou de pirata ou jardineira
E tudo se acabar na quarta-feira”
El origen del Carnaval

El origen de su celebración parece probable que esté en las fiestas paganas, como las que se realizaban en honor a Baco, el dios romano del caos, la fiesta y el vino, las saturnales y las lupercales romanas, o las que se realizaban en honor del toro Apis en Egipto.
Según algunos historiadores, los orígenes de esta festividad se remontarían a la Sumeria y el Egipto antiguo, hace más de 5.000 años, con celebraciones muy parecidas en la época del Imperio Romano, desde donde se expandió la costumbre por Europa, siendo llevado a América por los navegantes españoles y portugueses a partir de fines del siglo XV.
El carnaval, aunque la Iglesia cristiana no lo admite como celebración de tono religioso, está asociado con los países de tradición católica, y en menor medida con los cristianos ortodoxos orientales; las culturas protestantes tienen tradiciones modificadas, como el carnaval danés.
Cómo calcular la fecha del Carnaval
Cada año son muchas las personas que se preguntan cómo calcular la fecha de los Carnaval. La ecuación es bien sencilla: simplemente se trata de contar 40 días hacia atrás respecto al Domingo de Ramos. Los orígenes de esta fiesta se encuentran en los antiguos ritos que se celebraban en honor al invierno. Hoy en día se trata de un colorido espectáculo en el que la gente se echa a la calle para mostrar sus mejores disfraces.
El Carnaval en España

Estamos habituados a ver imágenes del carnaval de desde la Edad Media y con una rica personalidad propia a partir del Renacimiento que ha quedado recogida en la literatura española y otras artes localizadas en los diferentes pueblos. Como en el resto de los carnavales mundiales, supone una suma de diferentes fiestas paganas asociadas a las celebraciones cristianas, en este caso a la Cuaresma. Con una historia y planteamiento más recientes son conocidos con rango internacional los modelos gaditano y tinerfeño. En casi todos los modelos de fiesta carnavalesca española tiene especial tradición el Jueves Lardero. Los carnavales de Santa Cruz de Tenerife, Cádiz y Carnaval de Águilas (Murcia) tienen la categoría de Fiesta de Interés Turístico Internacional.
El Carnaval en Bolivia

Es una celebración caracterizada por el sincretismo religioso y cultural. El carnaval de Oruro ha sido declarado “Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad” (UNESCO), además, ha sido capaz de generar manifestaciones culturales parecidas en otros espacios geográficos. La figura central del carnaval de Oruro es la Virgen de la Candelaria (Virgen del Socavón), celebrada el 2 de febrero. La gente baila por devoción a la Virgen que es la patrona de la ciudad. Los bailes más tradicionales son la “llama llama” y “Diablada”, se convirtieron en los bailes típicos, propios y principales de Oruro, Bolivia. En la festividad participan más de 48 conjuntos folklóricos agrupados en 18 especialidades de danzas, que realizan su peregrinación hacia el Santuario del Socavón, cada sábado de carnaval, en la tradicional “Entrada”. El carnaval de Oruro es la conjunción de más de 30 000 danzantes y cerca de 10 000 músicos, distribuidos en 150 bandas, que bailan a lo largo de 4 kilómetros de calles, en las que se han preparado escenarios para más de 400 000 espectadores del país y extranjeros. Es una reunión inimaginable de niños, niñas, mujeres y hombres, que cantan, bailan y trabajan, en honor a la Virgen del socavón, Patrona de los mineros y Reina del folklore de Bolivia que ha llegado a convertirse en un centro de irradiación de danza y música de Diabladas, Morenadas, Caporales, Tobas, Tinkus, etc. y constituirse de esta forma en una “Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad”
En Santa Cruz de la Sierra el carnaval o «Fiesta Grande de los Cruceños», es uno de los más grandes y antiguos del país, data de 1561, cuando se fundó la ciudad. Actualmente, destacan principalmente los concursos de diferentes grupos carnavaleros (comparsas infantiles, juveniles y adultas, agrupaciones musicales y comparsas femeninas), que organizan vistosas fiestas precarnavaleras, además de la Coronación de la Reina y el gran Corso que es apoteósico.
La murga uruguaya
La murga uruguaya es única y en las últimas décadas se ha transformado en una manifestación cultural que cosecha adeptos en todo el mundo. Las murgas siempre han ejecutado un amplio espectro de ritmos musicales, entre ellas se destaca “marcha camión”, en la cual se identifican ritmos de percusión del candombe. En cuanto al vestuario y al maquillaje se encuentran vinculaciones con otras expresiones de arte europeas.
La murga uruguaya, actualmente está integrada por 17 componentes: un director escénico y coral, 13 componen el coro o “cuerda de voces”, divididos según su tono de voz y 3 integrantes que conforman la “batería”, compuesta por platillos, bombo y redoblante.
En las últimas décadas su integración es mixta. Las denominadas “murgas jóvenes”, han revitalizado la puesta en escena y el movimiento escénico, así como en otras épocas hubo murgas que marcaron las innovaciones en los espectáculos de cada momento histórico.
Las presentaciones de las murgas que recorren escenarios, “tablados” , públicos y privados, ya sea en Montevideo o en el interior del país, llevan a escena letras con humor, sátira y crítica de la actualidad, valiéndose de múltiples arreglos corales, llamativos vestuarios y creativos maquillajes.
El carnaval nace desde los barrios y la mayoría tiene una murga a la cual alentar, apoyar o seguir, ya sea en los desfiles o en los concursos oficiales, que cuentan con jurados calificadores que otorgan premios y menciones.
Los ensayos son abiertos al público, lo que permite a familias enteras memorizar y entonar sus repertorios. Sin duda es una de las expresiones de la cultura con mayor adhesión popular.
En Montevideo puede visitarse durante todo el año el Museo del Carnaval. Allí se expone la memoria de esta fiesta, parte del ser histórico nacional.
Carnaval en Brasil

El Carnaval de Brasil se compone de diversos elementos y se da en distintas formas en cada una de las ciudades donde es celebrado. Podemos decir que a nivel general cuenta con disfraces o vestuarios que usan tanto turistas como participantes del Carnaval. La música y el baile, el cual depende de la región en donde se esté celebrando el Carnaval, por ejemplo, en algunas ciudades no es el Samba la música que más se baila y disfruta en épocas de Carnaval.
El Carnaval de Rio de Janeiro se da en torno a la celebración en el Sambódromo, Marques de Sapucaí, el cual fue diseñado por el arquitecto Oscar Niemeyer. Las escuelas de Samba, las cuales están organizadas de acuerdo a su trayectoria, se presentan en los desfiles de Samba.
En Recife, hermosas playas que se conjugan con la alegría del Carnaval de la ciudad y también el de Olinda en el que el protagonista es el FREVO, una música y danza que conjuga las raíces portuguesas con los antepasados africanos. Otros lugares turísticos como Salvador, en Bahía, el famoso trío eléctrico inunda las calles.