¿Cuál es la diferencia entre el Día de Muertos y Halloween?

El Día de Muertos es una festividad mexicana cuyo origen data de antes de la llegada de los españoles; se dice que las raíces las encuentras en las celebraciones de los mexicas, mixtecas, texcocanos, zapotecas, tlaxcaltecas, totonacas y otros pueblos originarios de México.

Las celebraciones eran por lo general al finalizar las cosechas, pero con la llegada de los españoles y la imposición del catolicismo se modificó y paso a ser en noviembre, para coincidir con el día de Todos los Santos el 1 y el día de los Fieles Difuntos el 2, tal y como los colonizadores conmemoraban a sus muertos.

Halloween, encuentra sus orígenes en el Samhain, un antiguo festival celta; la creencia es que durante esa noche los espíritus de los muertos caminaban entre los vivos y se hacían ritos sagrados para contactarlos.

El Día de Muertos es una fecha muy especial para quienes perdieron a un ser querido, es la oportunidad de recordarlo y homenajearlo. Como bien se vio en la película de Pixar Coco (¿la viste? si no la viste, te la requeté recomiendo), el Día de Muertos es realmente una celebración del reencuentro con los seres amados que ya han partido. Altares, decoración, música, panteones llenos de gente, son parte de lo que se vive por esos días.

Aquí una diferencia más con respecto a Halloween, ya que en este caso la noche del 31 se considera que los espíritus regresan de forma maligna por lo que la gente se disfraza y adorna sus casas de forma que causen miedo y así poder ahuyentarlos, en cambio en el Día de Muertos la idea es festejar y sentir conexión con quienes ya no están en el plano terrestre.

Hace un tiempo atrás que en Argentina comenzamos a familiarizarnos con la festividad de Halloween, así que empecé a investigar un poco de qué se trata y me encontré con que no tiene origen en Norteamérica como me imaginaba, sino que como recién dijimos viene de Escocia, su nombre nace de “all hallow´s eve”, es decir, víspera de todos los santos, y se remonta al siglo XVI.

Halloween empezó siendo una celebración pagana con raíces en el «Samhain», un antiguo festival celta que se realizaba en Irlanda cuando la temporada de cosechas se terminaba. Esto también daba inicio al Año Nuevo Celta. Ellos creían que en esta época los espíritus (tanto benévolos como malévolos) podían caminar entre los vivos, de ahí la necesidad de disfrazarse para ahuyentar a aquellos que quisieran hacerles daño.

Bastante después, en 1840, Halloween llegó a Estados Unidos a través de los inmigrantes irlandeses, y poco a poco fue transformándose en una de las festividades más populares del país del norte. Incluso es frecuente que se realicen desfiles multitudinarios, que hasta incluyen carrozas de gran tamaño. ¿El primero de todos ellos? Fue en Minnesota, en 1921.

La realidad es que hasta hace unos años Halloween estaba presente especialmente en las culturas de raíces anglosajonas, pero ya que se extendió hasta nuestro país vamos a aprovechar como siempre para recomendar algunos libros que tienen que ver y otros que no tanto pero que aparecen en el imaginario también. Para ver todas las recomendaciones podés ir a esta entrada del blog.

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